ENCUENTRO BINACIONAL PARA LA RECUPERACION DE AMBIENTES IMPACTADOS POR EL CASTOR
El taller reunió representantes de Chile y Argentina, que se congregaron en la ciudad de Porvenir para exponer los resultados de los proyectos trabajados
La Secretaría de Ambiente de la Provincia participó del segundo encuentro binacional del año en Porvenir, Chile, donde representantes de la Región de Magallanes y Antártica Chilena y Tierra del Fuego Chile, expusieron los resultados obtenidos de los proyectos GEF acerca de lo trabajado en la recuperación de ambientes impactados por el castor en la Isla Grande de Tierra del Fuego.
La secretaria de Ambiente, Eugenia Alvarez, manifestó que “es fundamental intercambiar conceptos con los aliados estratégicos del territorio con quienes compartimos la problemática; la emotividad que generan algunas especies, es necesario conectarlas con el impacto real que ocasionan en nuestros servicios ecosistémicos y así, obtener una mayor comprensión de la situación”.
“Asimismo, desde su introducción en la Isla Grande de Tierra del Fuego, el castor ha impactado en la actividad ganadera, forestal y turística, entre otras, dando como resultado una afectación negativa en las cuencas hídricas, turberas, bosques y pastizales por sólo nombrar algunos” detalló la funcionaria provincial.
Durante la jornada, integrantes de la Dirección General de Biodiversidad y Conservación, autoridades y técnicos de la región de Magallanes y FAO, presentaron los resultados de los Proyectos GEF de cada país, los planes de gestión para la recuperación de ambientes degradados por el castor y delinearon las futuras acciones conjuntas en el manejo de esta especie.
En ese sentido, la secretaria Regional Ministerial del Medio Ambiente de la Región de Magallanes y Antártica Chilena, Daniela Droguett, indicó que “la pérdida y degradación de ecosistemas de los cuales obtenemos nuestra calidad de vida se ve notoriamente reducido por el impacto del castor; el agua es un recurso cada vez más escaso y los diques que esta especie genera y los cementerios de bosques que dejan detrás son una alarma que nos invita a poner en orden las prioridades”.
Para finalizar, la Secretaría precisó que “el mayor desafío que nos queda ahora, es colectivo, no individual. Ahora nos espera un gran trabajo a largo plazo donde deseamos seguir trabajando articuladamente entre los países y dentro de cada región, sobre todo el involucramiento de todos los actores y no sólo las autoridades de conservación para darle la posibilidad a nuestros bosques y cuencas hídricas de recuperarse”.
La secretaria de Ambiente, Eugenia Alvarez, manifestó que “es fundamental intercambiar conceptos con los aliados estratégicos del territorio con quienes compartimos la problemática; la emotividad que generan algunas especies, es necesario conectarlas con el impacto real que ocasionan en nuestros servicios ecosistémicos y así, obtener una mayor comprensión de la situación”.
“Asimismo, desde su introducción en la Isla Grande de Tierra del Fuego, el castor ha impactado en la actividad ganadera, forestal y turística, entre otras, dando como resultado una afectación negativa en las cuencas hídricas, turberas, bosques y pastizales por sólo nombrar algunos” detalló la funcionaria provincial.
Durante la jornada, integrantes de la Dirección General de Biodiversidad y Conservación, autoridades y técnicos de la región de Magallanes y FAO, presentaron los resultados de los Proyectos GEF de cada país, los planes de gestión para la recuperación de ambientes degradados por el castor y delinearon las futuras acciones conjuntas en el manejo de esta especie.
En ese sentido, la secretaria Regional Ministerial del Medio Ambiente de la Región de Magallanes y Antártica Chilena, Daniela Droguett, indicó que “la pérdida y degradación de ecosistemas de los cuales obtenemos nuestra calidad de vida se ve notoriamente reducido por el impacto del castor; el agua es un recurso cada vez más escaso y los diques que esta especie genera y los cementerios de bosques que dejan detrás son una alarma que nos invita a poner en orden las prioridades”.
Para finalizar, la Secretaría precisó que “el mayor desafío que nos queda ahora, es colectivo, no individual. Ahora nos espera un gran trabajo a largo plazo donde deseamos seguir trabajando articuladamente entre los países y dentro de cada región, sobre todo el involucramiento de todos los actores y no sólo las autoridades de conservación para darle la posibilidad a nuestros bosques y cuencas hídricas de recuperarse”.